miércoles, 8 de diciembre de 2010

Seguiremos donde estábamos-Premonición

JULIO CARABAÑA 06/12/2010
En la víspera de la presentación del informe PISA 2009 repasamos el éxito educativo de Corea del Sur en las últimas décadas y pedimos al sociólogo Julio Carabaña las claves para interpretar los resultados del estudio internacional
Realizado durante el año 2009, el cuarto estudio PISA permitirá comparar las competencias lectoras de los alumnos de 65 países, los 30 de la OCDE más otros tantos que no pertenecen a esta selecta organización internacional, tan dispares como Rusia, Chile, Tailandia, Kirguistán o, entre los nuevos, Dubai, Shangái o Panamá. En vísperas de la publicación de sus resultados, cumple, en primer lugar, reiterar los avisos publicados con ocasión de los informes anteriores, sin desesperar por el poco éxito alcanzado. Son los principales: 1. Que las diferencias de hasta cinco puntos probablemente no son reales, y que las de hasta 10 e incluso 20 son diferencias muy pequeñas (cuidado, pues, con plañir que quedamos a la cola sin mirar la distancia al grueso del grupo); 2. Que las diferencias entre países tienen poca o nula relación con el gasto en enseñanza (mejor, pues, abstenerse de proponer más gasto para mejorar); 3. Que los resultados en PISA no tienen relación con la organización de los sistemas educativos, ni con los cambios legislativos (ojo, entonces, a los que pretendan colarnos su reforma, y dos ojos si se trata de autonomía y rendición de cuentas); 4. Que las puntuaciones de los alumnos en PISA no dependen del color o la tendencia de los partidos políticos en el poder, y menos del partido en el poder cuando los resultados se publican (oídos sordos, por tanto, a las salvas electoralistas que usen PISA como munición).
Un consejo resulta especialmente pertinente en estos días de crisis: guardémonos de relacionarla con los resultados PISA. No es raro que se mencione la enseñanza, si no como causa, sí como remedio de la crisis. Esperemos, por el bien de todos, que se encuentren políticas más rápidas y eficaces para volver a la senda del crecimiento y del empleo, como suele decirse, que reduciendo el abandono escolar temprano o elevando los puntajes PISA de nuestros alumnos al nivel de Finlandia.
Una advertencia no por reiterada menos pertinente: no es realista esperar grandes cambios en los resultados, ni para mejor ni para peor, porque han sido muy estables en los tres estudios PISA publicados hasta la fecha. Lo más probable es que en el estudio de 2009, que vuelve a tener la lectura como materia central, se repitan los resultados del 2000. Con un descenso de unos 10 puntos achacable a los alumnos inmigrantes y quizás de otros cinco por variaciones muestrales, lo más esperable es que quedemos entre 10 y 20 puntos por debajo de la media de los alumnos de la OCDE, es decir, un poco por debajo de Estados Unidos, como solemos.
La experiencia de los estudios de 2003 y 2006 no parecen dar pie a tanto optimismo. En efecto, de los 493 puntos del año 2000 pasamos a 481 en el 2003 y a 461 en el año 2006. Pero también la media de la OCDE (de los alumnos, no de los países) en lectura bajó unos 15 puntos en esas fechas, lo que es achacable con mucha mayor probabilidad a pruebas más difíciles que a alumnos menos competentes. Si en 2009 las pruebas son como las de 2000, también los resultados habrán de serlo.

1 comentario:

  1. Patricia Álvarez Armada 1º Pedagogía



    Después de leer los textos “premonitorios” de los profesores Carabaña y Recio del informe PISA 2009 y después de haber visto en todos los telediarios los resultados, uno se da cuenta de que al final tampoco eran tan “premonitorios”, simplemente es que los que entienden de educación ya no les pilla por sorpresa.

    Y es que la educación es mucho más que un montón de números y muchos-as chicos-as entrando en un aula. Hay muchos factores que inciden en el rendimiento de los-as alumnos-as y que muchas veces no tienen nada que ver con el sistema educativo.

    Por ejemplo, ya que estamos en España hablemos de nuestros resultados. ¿Falla o no falla nuestro sistema educativo? Pues el informe PISA no lo deja muy claro puesto que de las Comunidades Autónomas presentadas no todas obtuvieron los mismos resultados. Es decir, en Andalucía, Canarias, Baleares y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla los resultados estuvieron por debajo de Comunidades como País Vasco, Cataluña, Navarra y Madrid. ¿Acaso unos alumnos son más listos que otros? Pues claro que no. Lo que ocurre es que informe PISA no tiene en cuenta ciertas características de estas zonas. Son comunidades con un gran sector turístico y por lo tanto con mucha hostelería. Los-as jóvenes tienen salida laboral (aunque mala, pero la tienen) lo que hace que abandonen la enseñanza y cambien los resultado del famoso informe. ¿Acaso lo hacen por fastidiar las estadísticas? No. Lo hacen porque aparte de querer trabajar, la sociedad en la que viven, la gente que les rodea, ve bien ese paso que dan.

    Desconozco los sistemas educativos de otros países pero como dice en el texto M. W. Apple “al analizar el creciente papel de la economía de mercado en el sistema educativo, uno de los peligros que acechan cada tres años, con la llegada de los informes PISA, es poner el acento en la evaluación antes que en la educación. En medir el rendimiento del estudiante más que en atender las necesidades del mismo. En lo que el estudiante pueda hacer para prestigiar la escuela, más que en lo que la escuela pueda hacer para mejorar al estudiante”.

    Y no es eso.

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